Pese al cuero grueso del sector, la campaña 2025/26 se le presenta, a días de comenzar, recargada de interrogantes, cuyas palabras clave ya no son Niño o Niña, sino Liberation Day en el plano internacional, y Fase 3 en el local.

En efecto, 2025 arrancó conmocionado por el brutal giro proteccionista que encaró Donald Trump en su segunda presidencia de los Estados Unidos, sobre todo desde el 2 de abril, cuando anunció el aumento arancelario más radical desde 1930, aquel que desencadenó una guerra comercial global. Si bien luego lo puso en suspenso por 90 días, en el mientras tanto aplicó un 10% de aranceles extra para todos los países, con excepción de México y Canadá (con quienes tiene un mercado común), y de China, a la que le aplicó un 145%, aunque luego lo bajó al 30$ por 90 días.

Ese panorama se conjugó el 11 de abril con un sorpresivo giro en la política cambiaria local, con la flexibilización del cepo a través de un régimen de flotación istrada entre los $ 1.000 y 1.400 por dólar, banda que se iría ampliando al 1% mensual, apoyado en los US$ 20.000 millones que prestó el FMI y con obvias consecuencias sobre los precios de los productos exportables.

Hasta entonces, el agro venía exportando con un dólar blend (mezcla 80% oficial/20% CCL) de $ 1.130, que le resultaba cada vez menos competitivo. La primera semana del nuevo régimen, el dólar mayorista (que sustituyó al blend) llegó a tocar los $ 1.200; la siguiente cayó a menos de $ 1.100, y la tercera (al cierre de esta edición) oscilaba entre $ 1.160 y 1.170, una mejora en torno apenas de un 3% sobre el anterior dólar blend, y con el Gobierno además diciendo que quiere llevarlo a $ 1.000.

Cabe tener en cuenta que las cadenas agroindustriales son la primerísima fábrica de dólares para la Argentina: en la última década han aportado entre el 55% y el 68% de los dólares que ingresaron al país por exportaciones. En 2024, de los 10 principales rubros exportadores, 7 pertenecen al sector agroindustrial.

Avísele al campo que si tiene que liquidar, liquide ahora 371g50

El 26 de enero, ante un creciente descontento de los productores por el achicamiento de sus márgenes ante la caída de los precios internacionales y el cada vez menos competitivo tipo de cambio, y tratando de estimular que vendieran sus granos para obtener divisas, el Gobierno implementó una reducción transitoria de los derechos de exportación de alrededor de 21%, hasta el 30 de junio. Si bien la medida no sirvió al principio para incentivar las ventas, calmó un poco los reclamos.

La reciente flexibilización del cepo cuadra con la eliminación de la brecha que venían pidiendo los productores. Por eso, quizá le habrían tenido más paciencia al nuevo tipo de cambio, cuya mejora de precios es casi imperceptible. Pero, en una entrevista con Luis Majul, el Presidente primero aclaró que las retenciones a los productos agrícolas más importantes volvían a subir en junio, como estaba previsto, y agregó: "Es más, avísele al campo que si tiene que liquidar, liquide ahora". Si bien no tuvo el tono de amenaza que se quiso interpretar, resultó irritante esa especie de exhortación a aprovechar la promo de la soja con impuestos a la exportación de 26% en vez de 33%; el maíz, el trigo, la cebada y el sorgo 9,5% en vez de 12%, y el girasol 5,5% en vez de 7 por ciento.

Hasta Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina y el dirigente agropecuario con más cercanía pública al presidente, salió a aclarar que los productores no son los que liquidan divisas, sino los exportadores.

El convulsionado abril cerró con el anuncio de que se llevarían a 0 las retenciones para más de 4.400 productos de origen industrial que tributan entre 3,5 y 4,0%, lo que si bien resulta positivo en sí, le volvió a hacer sentir al campo que no es prioridad para el Gobierno.

Reducción temporal de retenciones

  Fuente: Elaboración propia en base a resoluciones.

El drama de la liquidación de divisas 4q37

Si bien en el arranque las ventas estuvieron un poco retraídas, en parte por el retraso de la cosecha por lluvias, en parte por la baja del dólar, luego fueron repuntando. En el primer cuatrimestre ingresaron a los puertos de Rosario (donde se procesa y exporta el 75% de la producción agrícola argentina) 311.821camiones, un 17% más que en el mismo lapso de 2024.

Más importante fue la liquidación de divisas: en abril, la agroexportación ingresó US$ 2.524 millones, un 34% más que en marzo y un 32% más que el mismo mes de 2024. Y en el primer cuatrimestre, acumuló casi US$ 8.659 millones, un 35% más que el año pasado.

Gustavo Idígoras, presidente de la cámara de empresas aceiteras y exportadoras, CIARA-CEC, celebró el camino de unificación cambiaria y salida del cepo, y aclaró que a los exportadores les sirve que los productores "vendan mucho lo antes posible al inicio de campaña, porque es el momento en el cual se han asumido compromisos y programas de exportación de soja, de harina, de aceite, de biodiésel, de maíz. Así que, cuanto más pueda fluir, mejor para la exportación".

Para él, si el Gobierno mantiene la decisión de modificar las retenciones después del 30 de junio, "lo más probable es que tengamos un mayo y junio activos, como ocurre al inicio de cosecha (por la necesidad de financiamiento, de mayor liquidez, la capacidad limitada de materia de almacenaje, entre otros), pero no un aluvión de ventas, con miles de camiones en una larga cola en los puertos; y luego, un julio en el cual el flujo de ventas a la exportación caiga sensiblemente si la soja vuelve a tributar 33 por ciento".

En cuanto a las divisas que pueden ingresar los próximos meses, el ejecutivo dijo que no es fácil de estimar porque el precio de la soja depende tanto de la cotización local del dólar, como del precio internacional, pero calculó que los valores probablemente sean superiores a los US$ 2.000 millones cada uno de los meses".

Tranqueras afuera, en relación con la política arancelaria de Trump, Idígoras dijo que las empresas exportadoras están tratando tanto de encontrar oportunidades, como detectar pérdidas. "Como oportunidades, estamos viendo qué va a pasar con el flujo a China, sobre todo en maíz y trigo, donde ya tenemos protocolos firmados con el Senasa; y también sorgo, porque probablemente la Argentina pueda sustituir también a los Estados Unidos en ese mercado". Respecto de las pérdidas, el foco está en "algunos países del sudeste asiático, como Vietnam, Tailandia, Malasia, Indonesia, que hoy tienen superávit comercial con los Estados Unidos. La forma de paliar esa diferencia es comprándole a los Estados Unidos más productos que también vende la Argentina, entre ellos, la harina de soja, y eso nos preocupa mucho. En estas guerras comerciales, nadie termina ganando porque el mercado se enloquece", opinó.

Vietnam, destino clave 4e2e4a

Esa preocupación parece compartida con el Gobierno, que el mes pasado decidió relocalizar una de las seis agregadurías agrícolas de la Argentina: cerró la de Rusia, y abrió una en Vietnam, trasladando al consejero Alonso Ferrando y otorgándole también el cargo de cónsul general en el país asiático.

La harina de soja es el principal producto de exportación de la Argentina, y Vietnam es su principal cliente. En 2024 fue el destino que más aumentó sus compras: 52,2%, que alcanzaron US$ 3.282 millones, el 90% de las cuales fueron harina y pellets de soja, y maíz. Además, el 65% de las agroexportaciones argentinas van hoy al sudeste asiático.

Más allá de Trump y los precios, Julio Calzada, director de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, observa otros factores en juego.

Dentro del complejo sojero, que representó una cuarta parte de las exportaciones argentinas en 2024, aparece una oportunidad para el aceite de soja, para "abastecer la demanda en un contexto de caída en la producción del resto de aceites, principalmente de girasol y palma".

La contracara es que la mayor producción de aceite conlleva una bastante mayor de harina (los granos tienen 20/30% de aceite y 70/80% de harina), lo que provocó que las cotizaciones de la harina de soja estén "en mínimos desde agosto de 2020".

Por esa razón, y por la guerra comercial desatada por la istración Trump con China, el experto ve un panorama complejo para la soja. "Si China finalmente sale del tablero para Estados Unidos, y teniendo en cuenta que más de la mitad de las exportaciones de soja norteamericana van hacia el país asiático, ¿hacia dónde irán las toneladas que antes iban a China? Si los norteamericanos comienzan a vender con un descuento importante sus porotos en otros destinos, la competitividad de las exportaciones argentinas puede verse afectada".

Otro factor a atender, dice el especialista, es la evolución del programa de biocombustibles en Estados Unidos. "Si las noticias son favorables para la industria (como han sido durante las últimas semanas), la demanda interna de soja aumentaría, impulsando los precios; si tienen signo contrario, el efecto será el inverso".

Grandes imprecisiones para la soja que se está cosechando esta campaña en el país, que alcanzará unos 45,5 millones de toneladas, calcula la BCR.

El maíz, con buenos augurios 5d2i32

A diferencia de la campaña previa, el maíz 2024/25 aprendió a manejar la plaga de la chicharrita, pero no zafó de algunos golpes climáticos. Así, el segundo rubro agroexportador del país cosecharía 48,5 millones de toneladas, y sus ventas tienen un mejor pronóstico que la soja. "Estados Unidos (el principal productor mundial) ya cosechó y es la fuente de oferta más importante. Sin embargo, Brasil, que junto con la Argentina son los principales focos de oferta de maíz sobre el hemisferio sur, ha intensificado su consumo interno en estos años y para esta altura ya no le queda saldo exportable significativo. Eventualmente, tendrá que esperar hasta junio/julio, cuando se coseche la safrinha, que competirá de lleno en el mercado global con el maíz tardío argentino", dice Calzada. Hasta entonces, "el maíz argentino está abasteciendo una demanda global que se ha mantenido intensa durante todo el año, que se traduce en mejores precios de exportación para el cereal". En este sentido, "tanto ha traccionado la demanda externa sobre el mercado de maíz, que inclusive antes de que comience la cosecha en Argentina, ya veníamos exportando niveles inauditos al resto del mundo para los meses de diciembre (de 2024), enero y febrero (de 2025)".

Para Calzada, "por los números que vemos de previsiones de embarques en el corto plazo y lo que vimos ya durante el mes de abril, esta demanda externa por maíz se sigue manteniendo y genera expectativas hacia futuro".

Más bioetanol en las naftas locales p5k6q

Un punto flojo del maíz es que su industrialización en el país es mínima: incluso con el récord de producción de bioetanol de 2024, se procesó apenas el 4% de la cosecha de maíz, frente a más del 13% de Brasil y el 35% de Estados Unidos.

Hace años que la cadena maicera viene intentando que se incremente el porcentaje de bioetanol en las naftas, fijado en 12% (E12), que debe ser abastecido en partes iguales por etanol de maíz y de caña de azúcar. Hoy, hay dos proyectos de ley en el Congreso esperando algunas definiciones para ser debatidos.

Para Víctor Accastello, subgerente General de la Asociación de Cooperativas Argentinas y director Ejecutivo de la productora de bioetanol ACA Bio, "el corte del E12 quedó muy acotado. Como mínimo, Argentina tiene que ir al E15 con el parque actual de motores, que está aceptado por las automotrices y diría que también por las petroleras, porque el etanol aporta a las naftas alto octanaje (que de otro modo debe incorporarse con aditivos mucho más caros) y es limpio".

Para el ejecutivo, la capacidad instalada actual permitiría abastecer un E13, aproximadamente. "Si vamos a un E15 o un corte mayor (los proyectos contemplan que se pueda producir por encima de E15 de manera desregulada), va a haber algunas ampliaciones de planta y posiblemente alguna nueva planta industrial, con la mejor tecnología, en una ubicación geográfica que dé ventajas competitivas para acceder a materias primas, a más de 500 km de los puertos. Eso generaría más empleo federal, y optimizaría la logística, porque en vez de circular camiones con granos, circularían con productos de mayor valor, como etanol o DDGS (subproducto del etanol que es alimento para animales)", sostuvo Accastello. Este país necesita más desarrollo con arraigo federal, y el bioetanol es un camino", completó.

El batacazo del sorgo 26x6z

Al que parecen habérsele alineado los planetas es al sorgo, el sexto cultivo del país, del que se exporta el 85 a 90%, principalmente a China. Por un lado, los estragos de la chicharrita en los maíces 2023/24 hicieron que muchos productores se pasaran a sorgo esta campaña. Así, la siembra de este cereal pasó de 950.000 a 1,1 millón de hectáreas, para lo que fue necesario producir semillas extra en contraestación, en Estados Unidos y Bolivia, cuenta Bruno Simonetti, gerente de Ventas de la semillera Advanta. Con el objetivo de aumentar más el área, Simonetti dice que se está trabajando tanto para incrementar el consumo humano, como animal. "La idea es ganarse un lugar en la dieta, con preparaciones saludables y aptas para celíacos. Este año hicimos hamburguesas, arepas y preparaciones dulces, como brownies y cookies, y tenemos una alianza estratégica con una empresa que hace cerveza de sorgo". En cuanto al forraje, se está trabajando variedades de bajo tanino, que sirvan no solo para rumiantes, sino también para monogástricos (en especial, cerdos y aves).

Pero la gran esperanza la abrió Trump: es que los Estados Unidos, el mayor exportador mundial de sorgo, abastecía el 40 a 50 por ciento de la demanda china, mientras que la Argentina, el 10-12 por ciento, básicamente para la producción de baijiu, un licor muy popular. Con los Estados Unidos fuera en el nuevo escenario, las posibilidades son enormes.

Maquinaria y posibilidades de aumentar la productividad 5l3hh

Un indicador de las expectativas del negocio son las ventas de maquinaria, sobre todo ahora que dejaron de ser un refugio financiero. Para Marcus Cheistwer, country manager de CNH Argentina, "el primer trimestre de 2025 dejó mejores resultados en comparación con el mismo período del año anterior", en parte debido a las condiciones financieras atractivas surgidas en la feria Expoagro, en marzo, que se extendieron a abril. "Resultaron clave para dinamizar las ventas en un contexto que aún exige cautela". En cuanto a la baja temporal de las retenciones: "Aunque su impacto fue moderado, aportó un estímulo adicional a una industria que continúa expectante", señaló.

En cuanto a los rubros, Cheistwer diferencia entre cosechadoras (las máquinas más costosas) y tractores. "Hoy, el mercado de cosechadoras muestra mayor actividad, alentado por el inicio de la campaña de cosecha y por rindes que, en términos generales, se presentan positivos. En cambio, en tractores, aún no se observan los niveles de movimiento necesarios. Sin embargo, con un ordenamiento macroeconómico en marcha y si se mantienen las condiciones actuales -especialmente la financiación y la estabilidad normativa-, existe la expectativa de una mejora progresiva en la demanda".

Si bien estima que, de sostenerse este escenario, el mercado podría crecer en los próximos meses, destaca que las ventas actuales están aproximadamente un 40% por debajo de los volúmenes de un año normal. Por otro lado, hace hincapié en que "la baja renovación de maquinaria tiene un impacto directo en la productividad del país. Un recambio oportuno podría mejorarla entre un 15% y un 20%, con efectos positivos tanto en las exportaciones de granos como en el ingreso de divisas. Para alcanzar este objetivo, es indispensable contar con un horizonte claro, reglas de juego estables y definiciones urgentes sobre temas clave para la industria, como la correcta reglamentación de la importación de maquinaria usada".

Carne, con faros largos 2t2m46

La producción de carne en "el país de la carne" enfrenta sus propios desafíos. Desde hace casi un año, mientras la situación mejoró para los ganaderos por la escasez de animales, empeoró para los frigoríficos, sobre todo exportadores, que tienen costos más altos por los mayores standards que deben cumplir. En el primer trimestre de 2025, la faena bovina cayó 2,4% interanual, y el volumen de exportaciones se retrajo 28,4%, con varias plantas reduciendo turnos o días de faena, con suspensiones o despidos.

Miguel Gorelik, director de la publicación especializada ValorCarne y ex VP de Quickfood, sostiene que "a lo largo de este período de gobierno ha habido un desalineamiento entre el precio de la hacienda, el tipo de cambio, los derechos de exportación y los precios internacionales. El precio de la hacienda se ha recuperado un poco y está en un nivel intermedio, con lo que no sería lógico que este polinómico se arregle bajando el precio de la hacienda; el tipo de cambio tiene cierto retraso, pero por las oscilaciones históricas es muy difícil establecer de cuánto; los precios internacionales de la carne han estado abajo en casi todos los mercados, y parecería que es esta la variable que más puede cambiar, ya que en casi todos lados están apuntando a subir. En cuanto a los derechos de exportación, afectan a las exportaciones de carne de novillo en un 6,75% que, en un ambiente de estabilidad, es un porcentaje muy alto, además de otros impuestos distorsivos".

Para el especialista, si los precios internacionales se sostienen o aumentan un poco, la actividad exportadora va a ir recuperando ritmo y va a haber un poco más de faena. "En el mediano plazo, creo que todo el sector tiene buenas expectativas. Claro que pesan los nubarrones creados por lo que parece el inicio de una guerra arancelaria, que es posible que se desescale, pero, de continuar, generará un caos enorme en todos los mercados mundiales, y la Argentina tiene mucho más para perder que para ganar".

Gran expectativa para el trigo y los fertilizantes 6o6wx

Recientemente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó una superficie récord para la llamada "campañas fina": entre trigo y cebada, cubrirían 8 millones de hectáreas, promovidas por el agua acumulada en los suelos y las buenas perspectivas de precios. En cuanto al trigo, que es el principal cereal de invierno y el año pasado generó más de US$ 2.760 millones por exportaciones, el área sembrada se incrementaría 6,3% y la producción un 10,2%, diferencia que se prevé por un mayor uso de tecnología.

María Fernanda González Sanjuan, directora Ejecutiva de la asociación civil Fertilizar, coincide. El consumo de fertilizantes fue de 4,6 millones de toneladas en la campaña 2023/24, subió a 4,95 millones la 2024/25, y "para la 2025/26, si se concretan las superficies de gramíneas q se proyectan, tenemos una expectativa realmente muy buena".

Para la directiva, "se han alineado algunos planetas: el año pasado para esta época teníamos aranceles, Impuesto País, varias cosas que desarreglaban el precio de los insumos, esta campaña la relación de precios está más acomodada". Así, sostiene, "el uso de tecnología de fertilización va a ser mayor, porque entendemos que puede haber aumento de dosis y aumento de área, y prevemos grandes producciones ligadas a la mejora de la fertilización".

Semilleros, con especialidades y nuevo sistema de licencias 4v6f5v

Otro tanto ocurre con la tecnología de semillas. "Como en todos los sectores productivos, las expectativas están enmarcadas en la estabilidad macroeconómica, el tipo de cambio y lo que finalmente suceda con los derechos de exportación. Eso es determinante porque hace a la rentabilidad del productor, que en definitiva es para el cual la industria semillera trabaja, innova y pone a disposición las mejores tecnologías", dijo Alfredo Paseyro, director Ejecutivo de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA).

"En cultivos de invierno, estamos viendo una muy buena expectativa para la siembra de trigo y de cebada, y la novedad es el garbanzo, que se viene abriendo nuevos mercados, y la genética pasa a tener un rol central, con lanzamiento de nuevas variedades", indicó. Y sumó: "Siguiendo con las especialidades, tenemos arroz, algodón, poroto, maní, que es un actor clave en la Argentina. Si tenemos previsibilidad, estabilidad macroeconómica, los programas de mejoramiento van a ir creciendo".

En cuanto a la campaña gruesa, para Paseyro "el desafío está en recuperar lo que perdimos en maíz de la mano de la chicharrita. El sorgo tiene mucha atracción por la demanda sostenida de China, tuvimos misiones de empresarios y funcionarios del gobierno chino, y eso genera muy buenas expectativas".

En el ámbito local, la industria semillera está avanzando con un sistema de licencias para el uso de tecnología en soja, que después se va a ver en trigo y otras especies, como algodón: "Es mostrar las tecnologías que tenemos al productor, hacer una licencia, un contrato, y que eso nos permita convivir como vive el resto de la economía. Ese acuerdo entre privados, en la práctica, se llama Sembrá Evolución, y estamos muy comprometidos en hacer que se consolide y crezca".

Soluciones biológicas, en crecimiento 3z6p4k

"Esperamos que el mercado de semillas y fitosanitarios cierre el año con una recuperación en volumen, aunque con desafíos en valor, debido a la reducción de precios en algunos segmentos clave respecto del año pasado, especialmente, herbicidas", sostienen desde Syngenta. "Más allá de esto, vemos una tendencia creciente hacia la adopción de tecnologías innovadoras, como las soluciones biológicas, que complementan a las convencionales y marcan un cambio en el modelo de producción, ya que brindan al productor más opciones. En esa línea, este año renovamos nuestro Seedcare Institute de Pergamino, convirtiéndolo en un hub tecnológico de referencia único en su tipo en América del Sur. El país tiene todo el potencial para liderar la producción de alimentos que el mundo necesita, en forma segura y colaborando en la mitigación del cambio climático".

La necesidad de recuperar competitividad 5v24q

"El último informe publicado por el FMI menciona que la economía global está en un punto crítico, principalmente debido a veloces cambios en las políticas comerciales internacionales", dice Federico Ucke, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Molinos Agro, que coincide en que, "en este contexto, puede haber buenas y malas noticias para países en desarrollo y proveedores de materias primas", ligadas a la apertura de nuevos mercados o mejora en la competitividad de productos argentinos, y también, lo contrario. "Todo esto condimentado con dosis altas de volatilidad en los mercados, nuevas normativas de sustentabilidad que entrarán en vigencia (como la EUDR, a partir del 1º de enero de 2026) y sumarán costos a la cadena de valor para cumplirlas, y una incertidumbre acerca de los cambios en las políticas comerciales, que se suceden a velocidades impensadas hace solo 10 años".

Para Ucke, en el plano interno, "los derechos de exportación han contenido todos los esfuerzos por multiplicar la producción agrícola en los últimos 20 años. La consecuencia directa es la pérdida de protagonismo en la producción mundial de commodities, a manos de Brasil y Estados Unidos".