Nadie conoce todos los nombres ni las caras de los de la familia Mulliez. Se trata, en concreto, de una de las familias más ricas del mundo, dueña de 130 empresas con una facturación de alrededor de 100.000 millones de euros anuales.

Son los fundadores de marcas que están alrededor del mundo como Alcampo, Jules, Pimkie, Naterial, Kiabi, Norauto, Leroy Merlin, Flunch y la tienda de artículos deportivos Decathlon que hoy regresa a la Argentina después de 23 años.

El imperio que fundaron los Mulliez nació a principios del siglo XX, en Roubaix, al norte de Francia, con Louis Mulliez y Marguerite Lestienne, quienes desarrollaron un pequeño negocio de lana y tuvieron 11 hijos. Fue Gerard Mulliez (cuarto hijo de la pareja) quien comenzó a involucrarse en el negocio familiar, por los años 50, hasta ser director comercial y diversificar el negocio. En 1961 fundó la cadena de supermercados Auchan que pronto comenzó a prosperar y a expandirse en la región.

Pero Gerard no fue el único que contribuyó a la creación del imperio Mulliez. Generación tras generación, los descendientes fueron construyendo una dinastía económica que hoy prolifera en empresas y negocios de todo tipo. Se estima que el grupo familiar suma alrededor de 1400 descendientes y emplea aproximadamente a 700.000 personas.

El surgimiento de Decathlon 4d466q

Una de las grandes empresas que tiene en su haber el grupo Mulliez es Decathlon, uno de los minoristas deportivos más grandes del mundo y que actualmente cuenta con más de 1700 tiendas distribuidas en 79 países.

Decathlon nace de la mano de Michel Leclercq, sobrino de Gerard Mulliez, quien, a mediados de los 70 y recorriendo centros comerciales, se dio cuenta de que no había tiendas deportivas. Finalmente, en 1976, Leclercq, junto a seis amigos (Didier Decramer, Stéphane Delesalle, Nicolas Dubrulle, Stanislas Ernoult, Hervé Valentin, Benoit Poizat) funda Decathlon en un estacionamiento del centro comercial Auchan en Englos -una ciudad a unos veinte kilómetros de Lille, al norte de Francia-, con la idea de vender equipamiento para varios deportes.

Según Forbes, Leclerq y su familia poseen aproximadamente el 40 por ciento de la empresa - y un patrimonio de u$s 4,8 mil millones- y la familia Mulliez otro 40 por ciento.

Actualmente, la empresa busca expandir aún más su desarrollo internacional. El año pasado anunció que invertirá más de 100 millones de euros en la India, en los próximos cinco años, para ampliar su número de tiendas y sus capacidades de producción. Del mismo modo, en Alemania tiene previsto invertir hasta 100 millones de euros a 2027, tanto en la apertura de nuevas tiendas como en la modernización de sus ubicaciones. En América latina ya tienen presencia en Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile, y próximamente en la Argentina con sus marcas Decathlon, Kiabi y Naterial.

Según datos de la empresa, en 2024 Decathlon creció un 5,2% respecto a 2023, alcanzando los 16.200 millones de euros.

Decathlon llega a la Argentina 1t3r31

La marca llegaría antes de fin de año al país de la mano de Grupo One, una sociedad que integran el empresario argentino del rubro automotor Manuel Antelo y el matrimonio de Sabine Mulliez y Pedro Aguirre Saravia, un pilar clave de la empresa para su expansión en América latina.

Según adelantó Manuel Antelo a El Cronista, Decathlon abrirá dos tiendas en Buenos Aires hacia fines de 2025, en un plan que incluye la apertura de 20 tiendas en el país.

No sería la primera vez que la marca desarrolla operaciones en la Argentina: en el año 2000, la cadena abrió un local en el shopping Soleil, en San Isidro, pero en plena crisis económica se fue del país dos años después.

El grupo One ya opera la marca en Uruguay y Paraguay (en Brasil y Chile Decathlon opera en forma directa) y proyecta traer a la Argentina otras empresas del grupo como Kiabi, una marca de indumentaria sa que ya tiene presencia en Uruguay, y Naterial, dedicada a la venta de muebles de jardín. Si bien Antelo no dio mayores detalles, anticipó que llegarán al país incluso más compañías del grupo.

En Uruguay, Manuel Antelo también es dueño de Nordex, planta ensambladora donde se montan el Citroën Jumpy y el Peugeot Expert, utilitarios del Grupo PSA.

El empresario, que se fue del país en 2002 y que ahora vuelve a invertir en la Argentina debido al nuevo rumbo económico, anunció que este año invertirá u$s 60 millones en su negocio automotor y, para la próxima década, desembolsará u$s 200 millones, tanto en el segmento, como en logística, real estate y retail.