Con poco éxito del "plan colchón", de cara a la inminente revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno pone toda la expectativa en la liquidación del sector agroexportador , que se encendió bajo presión por el retorno de las retenciones a 33% para la soja. 3lx6p
Frente a la tensión y especulaciones en torno a la falta de capacidad y el interés - o no- del BCRA por acumular u$s 5000 millones, como se pautó con Kristalina Georgieva, en el inicio de junio, los agroexportadores le dieron una buena señal al ministro de Economía, Luis Caputo.
Frente a la escasa respuesta de los argentinos para sacar sus dólares del colchón, además del impulso de u$s 1000 millones que cobraron las reservas del Banco Central con el Bonte 2030, el Gobierno vuelve a poner el foco en los "dólares" que llegan en camión, para ser despachados desde los puertos.
La sorpresa que ilusionó al equipo económico -ya que significa evitar caer en pedir un weiver a los técnicos del FMI- se dio a mediados de semana. "Solo ayer se anotaron DJVE por 585.000 toneladas de Soja y Subproductos (harina principalmente) con embarque desde Julio", expresó en X Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group.
El mismo miércoles, además del pico en la venta de soja, se comercializaron un millón de toneladas de maíz. "Parece que el campo está tomando en serio que vuelven la retenciones en julio", explicó Javier Preciado Patiño, analista de Ría Consultores.
Si bien está instalado que la revisión se realizará el próximo viernes 13 de junio, desde el Gobierno sostienen que la reunión del directorio nunca tuvo una fecha definida, lo que genera aún más alivio para llegar a la meta de reservas.
En ese sentido, la capacidad de generar divisas del sector agroexportador es crucial. Según estimaciones del sector privado, la última semana "inusual" se registraron envíos de 3,6 millones de toneladas métricas.
En términos de dinero este nivel de volumen implica u$s 1150 millones para la "débil" economía nacional, indicó Preciado Patiño.
De continuar con este ritmo en la próximas semanas, los dólares del agro evitarían que la gestión de Javier Milei, que fue elogiada por la titular del FMI, inicie con un aplazo o un pedido de perdón al staff internacional que monitorea los números del FMI.
El sector agroexportador, a esta altura, descuenta que el Gobierno ceda en retrotraer la alícuota de derechos de exportación de 26 a 33 por ciento, lo que implicaría una caída del precio desde $320.000 por tonelada a $280.000.
Por eso, con el producto disponible y la presión oficial de que la soja será menos rentable desde el 1 de julio, la cosecha se aceleró y puede ser la llave para sumar los u$s 3600 millones que restan a la meta de u$s 5000.
Según estimaciones privadas, la liquidación de divisas podría alcanzar los u$s 3500 millones en junio, por encima de los u$s 3054 millones de mayo; estos resultados pueden llevar al segundo mejor registro histórico para este mes, detrás de los u$s 3815 millones de 2022.
Alerta por el cortoplacismo
Por la cantidad de producto que se levantó, tras las lluvias de abril que dificultaron la cosecha, y los buenos rendimientos, los analistas coindicen en que producto para vender "hay de sobra", incluso aseguran que los puertos del Gran Rosario "están saturados".
Por eso, si bien el ingreso de camiones creció 29,2% entre semanas, no refleja la magnitud de ventas que se anotaron la primera semana de junio. "Se está cerrando precio ahora -para entregar en julio o agosto-, porque hay temor por la vuelta de retenciones al 33%, pero no todo va a las terminales porque están con capacidad saturada", explicó el analista de Ria Consultores.
Por su parte Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, y consultor en fyo, explicó que "el productor está vendiendo por varios motivos, pero principalmente porque vencen créditos comerciales y bancarios, y necesita liquidez".
Sin embargo, los analistas coinciden en que muchas operaciones se adelantan para asegurar un derecho de exportación más bajo, sin embargo, el retorno de las retenciones al 33% le "jugará en contra" al Gobierno ya que generará una fuerte contracción en liquidación del segundo semestre.
Sobre el rumbo del acuerdo con el FMI, Héctor Torres, exdirector para Argentina en el organismo pone en duda la Argentina logre los u$s 5000 millones de reservas y, frente a eso, explica: "No es muy alentador empezar un programa con un fuerte desembolso inicial pidiendo una dispensa".
Ese escenario abriría un nuevo desafío para Economía ya que "cualquier promesa tiene que ser avalada por el Fondo" y, según expresó, salvo que Luis Caputo "siga sacando conejos de la galera, esas medidas correctivas tienen que pasar necesariamente por la acumulación de reservas, y el Gobierno ya ha avisado que no va a comprar".
En ese sentido Torres reconoció que la Argentina tiene un "futuro muy promisorio" gracias al desarrollo de sectores exportadores sin embargo, enfatizó la necesidad de transitar el presente: "Hay que llegar a ese momento. Hoy tenés un déficit de cuenta corriente, una moneda sobrevaluada y vencimientos con el Fondo, entre otros problemas".
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